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⚕️ Orgullo y reivindicación: una abuela en la graduación de Medicina de su nieta

Retrato emotivo de graduada en Medicina de la UMH con su orgullosa abuela en el acto de 2025 en Alicante

El pasado fin de semana viví uno de los días más emocionantes de mi vida: la graduación de mi nieta en Medicina en la Universidad Miguel Hernández (UMH), que se celebró en el Auditorio de la Diputación de Alicante.

No solo fueron lágrimas de emoción, abrazos infinitos y montones de fotos… fue también un momento de reflexión profunda sobre nuestro sistema de salud, con sus grandes aciertos y las sombras que no podemos seguir ignorando.

Hoy, como abuela, madre y ciudadana, quiero compartir lo que sentí, escuché y creo que deberíamos considerar todos.


El orgullo de una familia… y de un país

Ver a mi nieta con esa banda amarilla fue una sensación de plenitud. Porque una graduación en Medicina no es solo un éxito personal, es el fruto de años de esfuerzo, noches en vela, apoyo incondicional y un sueño compartido: ayudar a los demás.

Y, aunque soy neerlandesa de origen, sentí un orgullo inmenso por España, que sigue formando médicos de primer nivel capaces de atender urgencias y salvar vidas con una destreza entre las mejores y más admiradas del mundo.


España: muchas facultades pero talento infrautilizado

Durante el acto, un profesor -pediatra- resaltó que España cuenta con más de 50 facultades de Medicina, la mayor proporción por habitante en el mundo.

Sin embargo, seguimos escuchando que faltan médicos. ¿Por qué, si se forman tantos cada año, sigue habiendo “fugas” de talento y vocación?

La paradoja es evidente: este país forma todos los años miles de jóvenes brillantes, muchos no llegan a ejercer y, de los que lo logran, pocos consiguen especializarse en lo que realmente desean. ¿No es un derroche de talento ?


La contradicción: Un sistema sanitario admirable… con serias carencias

No cabe duda de que nuestro sistema público es uno de los mayores logros de la democracia.

España es un referente mundial en trasplantes, emergencias y atención médica de alta complejidad. Detrás de estos logros hay historias humanas y un liderazgo indiscutible en donación de órganos, junto a grandes científicos dedicados a la investigación y profesionales médicos brillantes que salvan vidas, alivian el sufrimiento y contribuyen a crear más vida.

Pero, como en toda sociedad que se precie, también hay problemas.

Faltan médicos de familia y pediatras en muchos centros de salud, saturados y sobrecargados.

Las guardias de 24 horas, obligatorias para muchos médicos hospitalarios hasta los 55 años, siguen siendo la norma. Estas jornadas maratonianas, que a menudo superan las 48 horas semanales recomendadas por la normativa europea, suponen una carga física y emocional insostenible.

Y lo peor: a veces, el tiempo de guardia no cotiza ni se remunera correctamente, sobre todo para los MIR (Médico Interino Residente).

Esto es una injusticia laboral que afecta a quienes dedican su vida a cuidar la salud de todos nosotros y exige cambios urgentes.


Un grito justo de los médicos: una llamada a la sociedad

El profesor lanzó una petición rotunda: que las guardias de 24 horas sean opcionales, que se respeten los derechos laborales de los médicos y que la sociedad les dé su apoyo.

Cuidar de nuestros médicos es cuidar de toda la sociedad. Si no se les reconoce ni se les apoya adecuadamente, ¿cómo podemos esperar que nos ofrezcan la atención de calidad que necesitamos?
¿Te imaginas ser intervenido de urgencias por un médico que lleva 20 horas sin dormir?
No podemos exigirles sacrificios constantes sin garantizarles unas condiciones de trabajo dignas..


El juramento hipocrático y el lanzamiento de la banda amarilla

El momento más emocionante del evento fue el juramento hipocrático.

Cuando en el auditorio se escuchó “¡Sí, juramos!” al unísono, sentí un escalofrío: esa es la promesa de una generación que asume con ética y vocación su compromiso con la vida humana.

Poco después, cuando lanzaron la banda amarilla al aire, se respiró esperanza y orgullo compartido. El acto había concluido.


El MIR: el gran reto que afrontan

Pero el camino no termina aquí.

Ahora les espera el MIR (Médico Interno Residente): un examen nacional obligatorio que marca un antes y un después en la vida de cualquier médico recién graduado en España.

Este examen no solo determina si pueden acceder a una plaza de residencia (especialización médica), sino también qué especialidad obtienen y en qué hospital del país deberán formarse durante los próximos 4 a 6 años.

Es un proceso exigente, competitivo y en ocasiones, vivido como injusto, ya que:

  • La nota del examen (junto con el expediente académico) es la única vía de acceso al sistema sanitario especializado.
  • Miles de jóvenes brillantes se preparan durante meses sin garantías de conseguir la especialidad deseada.
  • Cada año, muchos médicos quedan sin plaza, lo que significa que no pueden ejercer clínicamente si no repiten el proceso o se marchan al extranjero.
  • Otros, incluso con buenas notas, deben aceptar plazas alejadas de su entorno familiar o fuera de sus vocaciones reales.

Durante el acto, un profesor ponente subrayó la paradoja: formamos talento de primer nivel, pero el sistema bloquea su desarrollo.

¿No deberíamos exigir una revisión profunda del modelo MIR?

¿De verdad podemos permitirnos desaprovechar tanta vocación y preparación?


Una reflexión para toda la sociedad española

Como abuela, me siento orgullosa de mi nieta y de todos los nuevos médicos.

Como ciudadana, me preocupa el futuro de nuestro sistema sanitario. Porque, aunque todos celebramos sus éxitos, también debemos ser conscientes de sus carencias y de la necesidad de cuidar a quienes nos cuidan.

La salud no es solo cosa de médicos y enfermeros. Es responsabilidad de todos: políticos, gestores, pacientes y familias.

Si queremos seguir presumiendo de un sistema público de calidad, debemos exigir que se invierta en atención primaria, que se acaben los abusos laborales, que se reconozca el esfuerzo de los profesionales y que se ofrezcan oportunidades reales a los jóvenes médicos.


Llamada a la acción: Cuidemos a quienes nos cuidan

Hoy, desde este artículo que mi nieto me permite publicar en su blog, os pido a todos:

  • Que apoyéis a nuestros médicos.
  • Que no permitamos que las guardias de 24 horas sigan siendo la norma.
  • Que exijamos contratos dignos, conciliación familiar y reconocimiento profesional.

Porque, al final, todos somos pacientes. Todos necesitamos, tarde o temprano, que un médico nos escuche, nos atienda, nos cure o nos salve la vida.


A todos los graduados: ¡Enhorabuena y mucha suerte!

A mi nieta, a sus compañeros y a todos los jóvenes médicos de España, les deseo lo mejor en el MIR y en sus futuras carreras.

Que nunca pierdan la pasión, la humanidad y el compromiso que hoy han jurado.


Moraleja

Cuidar a los médicos no es un lujo, es una necesidad. Porque, cuando ellos están bien, todos estamos mejor.
No lo olvidemos nunca.

Con cariño y esperanza,
Oma, una abuela orgullosa y comprometida


¿Estás de acuerdo? 

Déjanos tu opinión en comentarios, bajo las FAQ, y comparte este artículo para que juntos apoyemos a nuestros médicos.


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Preguntas frecuentes

¿Por son obligatorias las guardias de 24 horas para médicos hospitalarios en España?

Las guardias de 24 horas se mantienen por tradición y sobrecarga asistencial.
Aunque la normativa europea las desaconseja por los riesgos físicos y emocionales, las plantillas insuficientes obligan a mantenerlas.
Médicos y sindicatos reclaman su supresión o regulación para proteger la salud de los profesionales y la seguridad de los pacientes.

¿Cómo afecta el sistema MIR actual al futuro profesional de los médicos en España?

El MIR decide no solo si un médico puede especializarse, sino también qué plaza obtiene.
Es un proceso muy competitivo y estricto que deja fuera a quienes han demostrado vocación durante años.
Muchos acaban formándose en plazas no deseadas, otros emigrando, renunciando a ejercer en España, lo que supone una pérdida de talento nacional.

¿Qué puede hacer la sociedad para defender los derechos de los médicos y mejorar el sistema sanitario?

Como ciudadanos, podemos:
– Apoyar campañas de médicos y sindicatos
– Exigir reformas políticas (guardias dignas, condiciones laborales justas)
– Participar en consultas públicas y foros
– Visibilizar sus reivindicaciones en redes y medios

Nuestro respaldo social es clave para impulsar cambios necesarios en el sistema.


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