Pocas imágenes resultan tan hipnotizantes como la de los de flamencos en la Costa Blanca, paseando por las aguas centelleantes de las salinas alicantinas. Sus suaves plumas rosadas contrastan con el cielo azul o con la luz dorada del atardecer, creando un espectáculo casi irreal… de esos que Instagram intenta imitar con filtros.
Cada año, miles de flamencos alzan el vuelo y recorren cientos —a veces miles— de kilómetros en busca del lugar perfecto donde descansar, comer bien y, en algunos casos, echar raíces.
¿Te suena? 😉
Unos vienen por el clima, otros por la comida, y muchos aprovechan para formar pareja, anidar y montar su pequeño chiringuito familiar. Alados o humanos, lo cierto es que la Costa Blanca tiene algo especial que hace sentir a sus visitantes como en casa.
Desde los tranquilos humedales del Marjal de Pego-Oliva, en la frontera entre Alicante y Valencia, hasta la vibrante laguna rosada de Torrevieja, en el sur, estas elegantes aves encuentran su santuario ideal… a menudo en rincones donde más de uno soñaría con tener una casita para los fines de semana (o para siempre, si el teletrabajo aguanta).
Descubre a los más exóticos nómadas de la naturaleza
Los flamencos (Phoenicopterus roseus) son inconfundibles con sus patas largas y finas, cuellos curvados con elegancia y plumaje rosado digno de portada de revista. Eso sí, no nacen así de glamurosos: de pequeños son grises, discretitos, como si llevaran aún el pijama puesto. Es gracias a su dieta rica en algas y crustáceos que van cogiendo color… como quien pasa un verano entero comiendo gambas en la playa.

Sociales por naturaleza, los flamencos forman grandes colonias y se mueven en perfecta sincronía por las aguas poco profundas de las salinas y humedales. Sus danzas de cortejo son todo un espectáculo: una especie de First Dates con plumas, donde en lugar de cenas y miraditas hay pasitos, giros y estiramientos sincronizados que deciden quién liga con quién.
Y aunque parezcan delicados, son duros como una declaración de la renta. Prosperan en aguas tan saladas que otras especies ni se acercan. Vamos, como sobrevivir a una mañana en Hacienda y aun así llegar con ganas al tardeo del jueves.
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Dónde ver flamencos en la Costa Blanca
La Costa Blanca está llena de rincones donde puedes ver flamencos en todo su esplendor. Tanto si eres amante de la naturaleza, aficionado a la fotografía o simplemente te apetece ver algo más que sombrillas y croquetas de chiringuito, aquí van los mejores sitios:
Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva
📍 Frontera Alicante-Valencia
📅 Febrero a junio
Un humedal entre montañas donde los flamencos se alimentan y crían con tranquilidad. Ideal para quienes disfrutan del canto de los pájaros… y del silencio (sí, eso que no se encuentra en agosto en la playa).
Parque Natural de El Hondo
📍 Entre Elche y Crevillente
📅 Todo el año, con pico en invierno
Un clásico de la observación de aves. Aquí los flamencos se pasean con estilo durante todo el año, aunque el verdadero desfile llega en invierno, cuando aparecen en grupo como turistas nórdicos huyendo del frío.
Parque Natural de las Salinas de Santa Pola
📍 Santa Pola
📅 Octubre a marzo
Uno de los refugios invernales favoritos de los flamencos. Se les puede ver de cerca, en su rutina de picoteo diario, en un entorno donde el Mediterráneo pone la banda sonora. Lo mejor es madrugar: los flamencos, como muchos locales, no tienen prisa, pero las vistas valen el esfuerzo.
Las Salinas de Calpe
📍 Calpe
📅 Todo el año, con pico en verano
A los pies del Peñón de Ifach, este humedal urbano permite ver flamencos sin salir de la ciudad. Se dejan ver todo el año, aunque en verano aumentan en número, demostrando que no todos huyen del calor… ni del gentío.
Las Salinas de Torrevieja
📍 Torrevieja
📅 Abril a septiembre
Una laguna de color rosa chicle, famosa en todo el mundo y casi de otro planeta. Aquí se congregan miles de flamencos en primavera y verano, regalando postales que parecen hechas por una IA adicta a los filtros. Y sí, es uno de los lugares más fotografiados de Instagram… y con razón.
Flamencos en la Costa Blanca, ¿qué les trae a estas tierras?
Pues por lo mismo que muchos humanos:
- Clima mediterráneo suave
- Comida abundante y rica
- Espacios tranquilos donde criar sin agobios
Más allá del postureo y las fotos bonitas, los flamencos cumplen un papel clave en los ecosistemas de humedales. Ayudan a mantener el equilibrio natural y a que todo fluya como debe… vamos, lo que nos gustaría que hiciera más de una administración pública.
Una experiencia que no te puedes perder
Ver flamencos en la Costa Blanca no es solo naturaleza: es silencio, es luz, es paisaje, es desconexión (de verdad). Tanto si estás de paso como si ya te estás planteando empadronarte, observar a estas aves te regala un momento único… y un recordatorio de que, al final, todos buscamos lo mismo: buen clima, buena comida y un rincón donde sentirnos en casa. Y como los flamencos, siempre hay algo nuevo por descubrir en la Costa Blanca.
¡No te pierdas el próximo artículo… que aún queda mucha pluma que soltar!
👉 ¿Sientes la llamada de emigrar a España, como hacen los flamencos?
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Preguntas frecuentes (FAQ)
En varios espacios naturales espectaculares: el Marjal Pego-Oliva, el Parque Natural de El Hondo, las Salinas de Santa Pola, las Salinas de Calpe y, por supuesto, la famosa laguna rosa de Torrevieja.
Depende del lugar. Por ejemplo, en el Marjal de Pego-Oliva, la mejor temporada va de febrero a junio, en Calpe, todo el año y con pico en verano, en Torrevieja, de abril a septiembre. Más información en nuestro blog.












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